jueves, 24 de noviembre de 2011
Verde Azulado 1
Un hombre y una mujer eran esposos desde hace tiempo atrás, el la quería demasiado y ella le era infiel con otro hombre. Muchas veces el la veía en el comedor de su casa con aquel hombre. Otras veces la veía comunicarse por teléfono con el y algunas veces observaba los obsequios de aquel para su esposa. El pobre hombre no sabia que hacer para recibir de nuevo el cariño de su esposa. Intento darle lindos obsequios pero ella solo lo ignoraba. El pobre estaba en profunda tristeza, tenia gran desanimo y no emprendía el porque de la infidelidad de su esposa.
El siempre fue un esposo lindo y atento que además le proveía todo lo que le faltaba. Un día por fin, su esposa decido ya retirarse de su casa para ir a vivir con aquel hombre, el le rogaba que no se marchara.
- No te vayas por favor yo te quiero y no quisiera a nadie mas, yo cambie mucho por agradarte y hacerte feliz y trabaje mucho- dijo el hombre creyendo decir su mejor argumento.
- Claro que cambiaste, ese auto de ahora es terrible y evoluciono tu fealdad de siempre- dijo ella.
Que gran tristeza creyó tener este hombre después de las palabras de su esposa, creyó que ella no encontró otro pretexto mas mediocre para despreciarlo una vez mas. La vio marcharse .
Así estuvo desde ese entonces: totalmente solo y triste pero lo cierto es que entraba amargura en el poco a poco, pero seguía amando a su esposa y quería estar con ella.
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